Madrid, 12 de septiembre de 2023.- El acceso a contenidos ilícitos sigue siendo de un alto nivel en España. Así lo refleja el Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales de 2022, que cifra 5.268 millones de accesos ilegales. Unos números muy elevados para un sector estratégico cuya aportación al PIB y al tejido laboral y empresarial justifica una mayor contundencia contra la piratería.
Presentado en el Museo Arqueológico Nacional este 11 de septiembre, el observatorio elaborado por la consultora GfK a instancias de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos a la que pertenece EGEDA recoge que, a pesar de la caída acumulada de la piratería desde 2018, el acceso a contenidos ilegales supone una pérdida de 1.995 millones de euros para las industrias culturales y creativas. Las pérdidas también aparecen en las arcas públicas, que dejaron de percibir 551 millones, o el empleo, que habría creado más de 85.000 puestos de trabajo directos e indirectos en un sector que en la actualidad cuenta con más de 103.000 profesionales.
La música es el ámbito más castigado por la piratería, registrándose más de 2.351 millones de accesos ilegales. Tras ella, siguen las series (986 millones) o las imágenes (595 millones), que se incorporan al observatorio. El audiovisual, además, sigue sufriendo incrementos en el consumo de piratería: mientras que el acceso ilegal a películas crece un 9%, el de series lo hace en un 5%.
El valor total de los contenidos descargados ha experimentado una ligera subida por el incremento de sus costes. Un total que asciende a los 33.506 millones de euros y que supone un perjuicio al conjunto de 1.995 millones repartidos entre música (543 millones), películas y series (387 millones), revistas (255 millones), periódicos (240 millones), libros (217 millones), fútbol (170 millones), videojuegos (159 millones), imágenes (43 millones) y partituras (23 millones).
LAS PROPUESTAS CONTRA LA PIRATERÍA
Ante esta compleja situación, el sector cultural demanda con urgencia peticiones urgentes como la creación de un Fiscal Adscrito a la Fiscal de la Sala de Criminalidad Informática que pueda atender de forma especializada y coordinada los delitos contra la propiedad intelectual. A esta demanda se suma la petición de un compromiso drástico de las fuerzas políticas, administraciones públicas y ministerios de Economía, Interior, Justicia, Educación y Cultura y Deporte frente a la piratería, así como el refuerzo de los recursos personales y materiales en la vía administrativa y de las unidades especializadas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Aun cuando el impacto de la piratería haya sido menor en 2022, las arcas públicas han dejado de percibir un total de 551 millones de euros, repartidos entre IVA (370), IRPF (41) y cotizaciones de la Seguridad Social (139). Los números son claros: el perjuicio acumulado en los últimos 11 años para la Administración por el consumo ilícito de contenidos asciende a nada menos que 6.544 millones de euros.
LOS CONSUMIDORES JUSTIFICAN SUS PRÁCTICAS ILÍCITAS
El observatorio refleja que la excusa más utilizada entre los consumidores (un 63%) es la de que la piratería es la solución para el caso en el que el producto cultural al que se accede de forma ilegal no sea del agrado del usuario, y 5 de cada 10 usuarios confiesan que no saben distinguir entre plataformas legales e ilegales. Un dato sorprendente teniendo en cuenta que los mismos encuestados que justifican estas prácticas indican en un 63% que los creadores y las industrias culturales y de entretenimiento son un sector estratégico para la economía y el empleo.
Ante el predominio de los buscadores (el 60% acceden así al contenido) y, en particular, de Google (acapara el 94% de las búsquedas), las redes sociales son el vehículo de acceso para el 27% de los encuestados, con predominio de Facebook, Telegram, YouTube, WhatsApp e Instagram. Eso sí: hasta un 80% de los consumidores opinan que el cierre o bloqueo de acceso a una página web de contenidos ilícitos es la medida coercitiva que se considera más eficaz.